Los coloquios: un reflejo del tesón de la ACTTI
Un recuerdo de Juan Pablo Díaz
Desde la época anterior en que se llamaba ACTI, hasta la actual en que se denomina ACTTI, nuestra asociación se ha preocupado por realizar, en alianza con entidades de educación superior, un evento o coloquio anual. Se trata de un espacio en el que los miembros de la asociación, así como invitados nacionales y extranjeros, sacan tiempo de sus ocupadas agendas para compartir durante varios días conocimientos y experiencias de su a veces incomprendido y subvalorado pero siempre muy valioso oficio, y también dialogar sobre temas de la realidad nacional con académicos, docentes, estudiantes y público en general.
En septiembre de 2014 tuve el gusto de participar como conferencista en el III Coloquio Internacional: La traducción especializada – De la perfección estética a la fidelidad semántica, realizado en las instalaciones de la EAN. En una serie de minitalleres se cubrían temas que van desde la traducción técnica, científica, financiera, jurídica, literaria, oficial y de informática, pasando por la interpretación y la terminología, y llegando incluso a los intrigantes anacolutos y neóminos. Los coloquios han gozado de gran acogida y asistencia, por lo cual son esfuerzos que bien vale la pena continuar.
Felicitaciones a la ACTTI en otro aniversario más.
Pensar la ACTTI
Un recuerdo de Magdalena Holguín
Pensar la ACTTI es una actividad que venimos realizando desde hace años; nos permite identificar nuestros principales objetivos a corto y a largo plazo, determinar el rumbo que queremos seguir colectivamente, y decidir cuáles son los propósitos más generales que nos orientan.
Recuerdo con especial agrado la reunión que tuvimos en Sopó, pues tuve el placer de poder ser su anfitriona. Como sucedió cada vez que nos congregamos para esta actividad, el ambiente cordial propició la participación de todos los asistentes, y cada uno de ellos contribuyó sus mejores ideas a la consolidación de nuestra hoja de ruta. Estas reuniones propician un mayor contacto personal con nuestros colegas y nos permite conocerlos un poco mejor.
Los fundadores deben estar muy orgullosos de lo que se ha conseguido: pasar de unos pocos traductores unidos únicamente por su oficio y el deseo de promover su calidad, a una organización fuerte y cada vez más grande que agrupa a muchos de nuestros mejores profesionales. Seguimos luchando con obstáculos de toda índole, pero, más allá de los intereses gremiales que compartimos, las directivas de esta asociación han querido ofrecer oportunidades culturales y académicas relacionadas con nuestro trabajo, y poner en primer lugar los criterios éticos que nos deben guiar en su desempeño.
La reflexión sobre el propio quehacer es siempre beneficiosa; pensar la ACTTI ha sido el semillero de muchas iniciativas y realizaciones interesantes y espero que continuemos con esta tradición, por los muchos aportes que integra, el fortalecimiento de las relaciones entre sus miembros, y la proyección conjunta de nuestro futuro.
Aprovecho este aniversario para agradecer a todos lo que han hecho posible, a lo largo de todos estos años, el desarrollo de esta asociación a la que me enorgullece pertenecer.
ACTTI y la normalización
Un recuerdo de Constanza Malavert Chávez
Para la ACTTI siempre ha sido de mucha importancia el trabajo de normalización en traducción, interpretación y terminología, por todos los beneficios que trae para los profesionales en estas especialidades y para el mercado de la traducción en general. Desde la creación del Comité Técnico 218 “Lenguaje y Terminología”, de ICONTEC, en 2007, la Asociación ha sido uno los participantes más asiduos, presidiéndolo desde 2009 a 2016 a través de Jeannette Insignares. Desde su creación, el comité ha venido trabajando de la mano en el estudio y elaboración de normas nacionales e internacionales en los temas que nos incumben directamente en nuestras actividades. Entre ellas, tenemos que citar la NTC 5808 “Servicios de traducción. Requisitos para la prestación del servicio”, ya anulada y reemplazada por la NTC-ISO 17100 “Servicios de traducción. Requisitos para la prestación del servicio”; NTC-ISO 18841 “Servicios de interpretación. Requisitos y recomendaciones generales”, entre otras.
Por otra parte, es de resaltar la participación de la ACTTI en las reuniones nacionales del CT 218 durante todos estos años, y en las reuniones internacionales del Technical Committee 37 en Bogotá, en 2009, y en Dublín, en 2010.
La ACTTI continuará participando en la elaboración de normas técnicas nacionales e internacionales sobre los temas mencionados, para hacer valer el punto de vista de Colombia y promover que en el ámbito de la normalización se tomen decisiones que favorezcan la entrada al mercado nacional e internacional de traductores, intérpretes y terminólogos colombianos al mismo nivel que cualquiera de estos profesionales en cualquier parte del mundo.
Presentación de la norma NTC-ISO 18841, mayo 2019. De izquierda a derecha: Katherine Pérez, ITM; María Yolanda Medina; John Jairo Giraldo, Universidad de Antioquia; Camilo Sarmiento, Universidad El Rosario; Constanza Malavert, ICONTEC; Sheila Parra, INSOR; Jeannette Insignares, ACTTI; Bibiana Clavijo, Universidad EAN.
Participantes internacionales durante la reunión del TC37 en Bogotá, 2009.
Noche Isabelina para celebrar los 15 años de la ACTTI
Un recuerdo de María Cristina Leyva
Recibir una invitación para reunirnos con nuestros colegas y amigos es siempre un acontecimiento que nos ilusiona y mucho más si es para compartir experiencias. No importa que a veces tengamos que atravesar la ciudad y, de ñapa, soportar el trancón de las horas pico.
Quienes trabajamos con temas técnicos e institucionales tenemos una gran admiración por aquellos que juegan en las ligas mayores traduciendo literatura y mucho más si de poética se trata. Es por eso que nos encantó que la quinceañera ACTTI se vistiera de gala para leer los sonetos de Shakespeare traducidos por William Ospina.
La ACTTI venía haciendo varias tertulias entre las cuales recuerdo una memorable: Ángela Londoño leyó poemas de Rafael Pombo y se lució con el Rin Rin Renacuajo. Sacó a relucir toda su experiencia teatral y cualidades histriónicas. Nuestras carcajadas y alegría también fueron protagonistas. Como habíamos disfrutado tanto de su actuación cómica, no queríamos perdernos la dramática.
Y sí, ahí estaba Ángela caracterizada cual dama isabelina, muy emperifollada y maquillada acorde con los acontecimientos, la quinceañera lucía sus mejores ropajes para la presentación en sociedad. La foto lo corrobora. La lectura de los sonetos y la guitarra barroca de Sebastián Villanueva fueron una delicia. La velada, SHAKESPEAREABLE.
Aquí va una de las traducciones de William Ospina que encontré en la red:
CXXXVI
If they soul check thee that I come so near,
Swear to thy blind soul that I sas thy»Will»,
And will, thy soul knows, is admitted there;
Thus far for love, my love-suit, sweet, fulfil,
«Will» will fulfil the treasure of thy love.
Ay, fill it full with wills, and my will one,
In things of great receipt with ease we prove
Among a number one is reckon’d none:
Then in the number let me pass untold,
Though in thy store’s account I one must be;
For nothing hold me, so it please thee hold
That nothing me, a something sweet to thee:
Make me but my name thy love, and love that still,
And then thou lovest me, for mi name is «Will».
CXXXVI
Si tu alma te reprocha que yo tan cerca llegue,
Júrale a tu alma ciega que yo soy tu ansia ardiente,
Y el ansia, tu alma sabe, se acepta allí que juegue;
Por mi amor, esta súplica, cólmala dulcemente,
Y colmará el deseo tu amor y su riqueza,
Llénalo, ay, con tus ansias y mi ansia desolada,
Porque es siempre más fácil moverse en la grandeza
Y entre lo numeroso, lo uno es casi nada:
Deja, pues, que en lo múltiple, callado esté, si quieres,
Pero entre tus riquezas conmigo siempre cuenta;
O tenme a mi por nada, siempre que consideres
Que esta nada que soy te agrada y te contenta:
Haz solo de mi nombre tu amor, y ámalo, y creo
Que me amarás entonces, pues mi nombre es deseo.
Un recuento de experiencias desde mi afiliación a la ACTTI hace quince años
Un recuerdo de Zaide Figueredo
Estos quince años desde mi afiliación a la ACTTI en 2005 han estado repletos de aprendizajes, relaciones significativas y momentos inolvidables. Entre estos últimos destaco tres:
El primero es la realización de un curso de interpretación simultánea dictado en el mes de junio de 2011 por un grupo de intérpretes y docentes de interpretación de la Universidad Central de Venezuela: dos ciclos de cinco días, siete horas diarias de trabajo teórico y práctico, con el acompañamiento de reconocidos intérpretes colombianos en diferentes combinaciones de lenguas, todo ello en un marco poco menos que ideal y con las mejores condiciones de orden tecnológico.
En segundo lugar, gracias al hecho de pertenecer a la ACTTI, entre 2008 y 2011 fui invitada a integrar el jurado de la Beca Nacional de Traducción que estaba a cargo del Instituto Caro y Cuervo. Esa experiencia me permitió poner a prueba mis conocimientos y puntos de vista acerca de la práctica de la traducción, intercambiar ideas con jurados provenientes de otros ámbitos profesionales y descubrir grandes talentos. Eso sin mencionar una afortunada serie de acontecimientos que ha contribuido en años recientes a renovar y fortalecer nuestra asociación.
Por último, con ocasión del Año Francia-Colombia 2017, la ACTTI incluyó mi nombre y mi hoja de vida en una lista de traductores que la Embajada de Francia les hizo llegar a diversas instituciones francesas. Como resultado de esa gestión, fui invitada a conocer de cerca el mundo editorial del archipiélago de Guadalupe, cuya literatura es precisamente el objeto de mi investigación doctoral.
El año en el que nos hicimos amigos del Caro y Cuervo nació la Cantera de Traductores
Un recuerdo de Maritza Adriana García Arias
En el 2016 la ACTTI alcanzó su mayoría de edad y ese año maduraron importantes sucesos en nuestro devenir como asociación. Una asociación que ha sumado y ha fortalecido valiosas iniciativas en torno a la traducción, la interpretación, la terminología y la pedagogía de todos estos oficios a lo largo de los años.
Todos sabemos que hacemos planes justo para saber lo que no haremos; algo de esto pasó ese año con la Primera Cantera de Traductores que la ACTTI lanzó conjuntamente con la Asociación Mexicana de Traductores Literarios (Ametli) y en colaboración con el Instituto Caro y Cuervo. Ese encuentro iba ser en Barichara y en homenaje a los talentos literarios que convocábamos y la tradición de la talla en piedra de este pueblito decidimos que sería lindo que esos primeros talleres fueran una Cantera, que además se realizaría casi simultáneamente con el primer Seminario Internacional para Formadores en Traducción de Textos Literarios. El sueño de que fuera en Barichara se transformó en una poderosa alianza con el Instituto Caro y Cuervo -que perdura- y en una relación con la Ametli que terminaría sumando a otras asociaciones a ambos lados del océano Atlántico; cambiamos las piedras amarillas por la inspiradora sede de Yerbabuena en Bogotá: allí finalmente llevamos a cabo estos dos estupendos encuentros y nacieron fructíferos diálogos no solo en torno al oficio de traducir textos literarios, sus desafíos y su pedagogía, sino también sobre las condiciones en las que se lleva a cabo la traducción de literatura en diferentes países de habla hispana.
La Cantera que contó con Arturo Vásquez Barrón y Mateo Cardona como docentes y con un taller sobre proyectos de traducción de Roberto Rueda Monreal nos dejó a todos los que participamos con la ilusión de escribir literatura desde nuestra variante del español y nos heredó las herramientas para hacer de esos sueños realidades; aun en un país como Colombia, donde estas ideas parecen extravagantes y toda la responsabilidad de echarlas a andar queda en nuestras manos como traductores. Entendimos que ante lo imposible solo queda nuestra tenacidad.
En el 2020, la ACTTI se sigue consolidando, es una asociación ambiciosa que sigue trabajando por la visibilidad del oficio de la traducción, la interpretación y la terminología y hoy más que nunca es un espacio para que nuestros sueños como profesionales se hagan realidad con el respaldo de todos los que creemos y sumamos en la actividad gremial. La ACTTI ha sido para mí el ejemplo más nítido de ese bello concepto africano que acuñó el pacifista liberiano Leymah Gbowee: Ubuntu o yo soy porque nosotros somos.